El sistema público financia las agujas de insulina que se insertan en la pluma. También son financiadas las tiras necesarias para hacer los controles de glucemias.
En la actualidad, son muchas las personas que se quejan por la escasez de este material, pero sobre todo de la mala calidad de la que se hace entrega por el sistema sanitario. Dependiendo de la residencia del paciente se encontrará con una marca o modelo diferente. Incluso en algunos centros de salud donde el factor económico escasea, recomiendan reutilizar las agujas. No es la primera vez que se escucha a un paciente quejarse porque su centro de salud no dispensa suficientes agujas, indicándole que reutilice las agujas.